martes, 30 de junio de 2009

Enfermedad



















Alineación al centro
Primeros síntomas, incubación:
- distinción entre la multitud, llamados de atención, curiosidad.
- reflexión, mediana aceptación.
- NEGACIÓN
Efectos:
- distracción, pensamiento constante, culpabilidad, mareos.


Siguientes síntomas, desarrollo:
- resistencia, cansancio, resignación... aceptación.
Efectos:
- buen humor, sonrisa permanente, punzada en el estómago.


Consecuencias:
- difusión del tema, rumores, traiciones, y ganas de tirarse a un pozo.
- agradecimiento al traidor.
- falsa ilusión.
- esperanzas.
- felicidad.


Finalización:
- miedo, desconsuelo, defraudación, desilusion, enojo, tristeza, furia, indignación.
Sentimiento de fracaso.
Sentimiento de fracaso.
Sentimiento de fracaso.
Sentimiento de fracaso.

Y entonces la enfermedad concluye. Siempre finaliza así, por más veces que caigas con diferentes tipos de virus.

domingo, 28 de junio de 2009

betrayal / forgiveness

Todo lo que siempre quise
para entender mis pesadillas,
poseída por mis miedos,
traicionada por mi orgullo.
Sola he vagado por la más profunda Oscuridad,
buscando consuelo en la vanidad.
Cada vez que escapaba de la realidad
mi alma moría, moría un poco más.
Enfrentándome al mal,
rezando a mi ángel para que aparezca,
susurro agonizada en el vacío,
mendigando por la salvación, salvación
para esta maldita mente.
Palabras sin sentido,
caricias sin sentimiento,
no reconozco mi propia cara
Ojos que una vez brillaron,
ahora se han extinguido,
olvidado únicamente un frío silencioso.
El sonido de una lágrima callendo
en la hora desesperada de la soledad.
Este corazón destrozado alcanzando
el consuelo, consuelo que no puedo encontrar.
Mirada sin afecto,
beso sin sensibilidad,
promesa sin comprensión,
amor sin esperanza,
no recuerdo mi propia historia.
Traicionada por mi furia.
Traicionada por mis ilusiones.
Traicionada por mi codicia.
Deseo...
Fuerzas para liberarme de mis demonios
Necesito...
Sabiduría para olvidar el pasado
...para olvidarme.

sábado, 20 de junio de 2009

an deiner seite (ich bin da)

Nadie sabe como te sientes, no hay nadie que tu quieras ver. El día esta oscuro y lleno de dolor. Tu escribes ayuda con tu propia sangre, porque esperanza es lo único que tienes. Vuelves a abrir los ojos, pero nada ha cambiado. Tu vida no tiene sentido, tu diario está lleno de basura. Es muy difícil estar sólo, con las manos vacías. Estás mirando al arcoiris, pero murió no hace mucho tiempo. Está tratando de brillar sólo para ti hasta el final.
No quiero causarte problemas, no quiero estar mucho tiempo. Vine aquí para decirte...
Da la vuelta, estoy aquí. Si tu quieres me puedes ver. No importa, cerca o lejos, puedo contenerte cuando llegues a mi. Si el mundo te confunde, y tus sentidos tu crees perder. Si la tormenta no se quiere ir, y tu simplemente no sabes qué hacer. Mira a tu alrededor, estoy aquí, no importa, cerca o lejos. Estoy a tu lado, sólo por un rato. Lo lograremos si lo intentamos.

viernes, 19 de junio de 2009


with every breath you take,
you save me...

martes, 16 de junio de 2009

Sueño

Caminaba por un extraño lugar. Oscuro, frío y solitario. Al parecer era un túnel, pero no se veía el final. Necesitaba salir de ahí, sabía que había una salida, lo sentía, tenía muy claro de que cuando lograra escapar iba a estar mejor. Intentó apurarse, pero siempre era lo mismo... Negro. Comenzó a sentir miedo, mucho miedo, y a medida que pasaba el tiempo, desesperación. Luego de un tiempo interminable para ella, que podría haber sido horas, o tal vez, algunos minutos, se dio por vencida. Comenzó a llorar, dejando que todo el miedo se apoderara de su cuerpo, no había escapatoria, no la iba a encontrar. Arrodillada en el piso, se lamentaba, preguntándose como era que había llegado allí. Al pasar unos momentos, en los que no obtuvo ninguna respuesta, sino más angustia, sintió una leve luz que venía de delante suyo. Alza la cabeza rápidamente, y así era, no se veía con claridad, pero una luz blanca aparecía a lo lejos, en el fondo de la negrura. De pronto, siente una presencia cerca suyo. Miró hacia todas partes, pero aunque hubiera habido alguien no podría haberlo visto, estaba demasiado oscuro. Eso la atemorizó, pero aún así se paró y volvió a caminar hacia la inalcanzable luz. Después de hacer unos pocos metros, siente como una mano cálida toma la suya. Pero no se asustó para nada.
–¿Quién eres? –preguntó ella, tranquila.
–Eso no importa, por ahora seré tu ángel. Tú sigue tu camino, yo estoy aquí para darte las fuerzas. –habló una hermosa voz, suave y profunda a la vez.
Ella se quedó encandilada con quien fuera que estaba a su lado. Escucharlo era hipnotizante, pero prefirió no hacerle más preguntas, al menos hasta que salieran de allí. La esperanza renació de golpe en su cuerpo desde el momento en que lo rozó, y ahora sabía que estaba a salvo. A su lado, se sentía protegida. En ningún momento soltaron sus manos, pero ella intentó concentrarse en el final del recorrido. Cada vez estaban más cerca, y eso que le parecía tan lejano e imposible ya estaba a pocos metros suyos...
Al llegar al límite entre la oscuridad y su refugio, sitió como la luz blanca penetraba en sus ojos, tanto que no la dejaba ver. Igualmente, muy decidida siguió caminando hasta ya traspasar las tinieblas y llegar a un lugar que nunca podría haber imaginado. Se sentía muy bien, la paz que transmitía ese sitio era imposible. Estaba muy feliz, era increíble la diferencia que existía entre aquellos dos lugares en los que estuvo, pero de algo estaba segura... No pensaba en irse de allí jamás. Inundada en devoción, ya acostumbrada a la luz, miró a su costado para poder apreciar el rostro de su ángel. Y se dio cuenta de que si hasta entonces había estado feliz, pues ahora no se podría explicar con palabras la manera en que se sentía. Eso era imposible.
–¿Eras tú? ¿Cómo? ¿Qué haces aquí? –preguntó conmocionada.
–Sabías que nunca te dejaría sola. –respondió, acariciándole suavemente la cara.
–Creí que nunca te vería.
Respóndeme una cosa... ¿En verdad creíste que nunca me verías?
–No. –respondió sonriendo. Era cierto, aunque para ella era algo imposible, siempre lo había sabido en el fondo de su alma.
Porque desde el momento que lo vio, todo para ella había cambiado. Aunque siempre habían estado separados por mil océanos, él se había convertido en su centro magnético. Ella seguía viva solo por él. Era su vida entera, sin él, ya no podía existir, sin él, ya nada la atraía a ese mundo.
Pero justo cuando ella perdió todos sus sueños y esperanzas, apareció él, haciéndola revivir y salir de esa pesadilla. Era en verdad su ángel propio.
En ese momento, él la mira, aún sonriendo.
–Lo lamento, tengo que marcharme. –le dijo, aunque un poco apenado.
–¿¡Qué!? No, quédate, por favor. –le rogaba.
–Te prometo que nos volveremos a ver, nunca lo dudes. –le rozó una vez más la cara con sus manos, y luego se fue alejando.
Ella se quedó allí parada sin saber qué hacer, viendo como su vida se iba, hasta no poder vislumbrar más que la blancura. Y ella se quedaba sin nada, más que con la promesa que le había hecho su ángel. Estaba segura que se volverían a encontrar.
En ese momento, despertó.

No llores cielo y vuélvete a enamorar; nunca me olvides me tengo que marchar.
Pero mi vida yo nunca podré olvidarte y sólo el viento sabe lo que has sufrido por amarme,
hay tantas cosas que nunca te dije en vida que eres todo cuanto amo y ahora que ya no estoy junto a ti...
Desde mi cielo, te arroparé en la noche y te acunaré en los sueños; espantaré todos los miedos. Desde mi cielo te esperaré escribiendo; yo nunca te olvidaré.

domingo, 14 de junio de 2009

you are so beautiful
you are the kind of boy
that has the chemical
that makes me fall in love

lunes, 8 de junio de 2009

refugiada en las profundidades de la GENIALIDAD

beautiful

solo una mirada en tus ojos
una mirada y estoy llorando

solo un beso y estoy viva
un beso y estoy preparada para morir

solo una caricia y me incendio
una caricia y estoy llorando

solo una sonrisa y me desenfreno
una sonrisa y estoy preparada para morir

porque eres muy hermoso

domingo, 7 de junio de 2009

This conversation is over

No te vallas... le pedí. Lágrimas rodaban por mis mejillas. No podía creer que ese día había llegado. Estaba seguro de que no iba a poder volver a vivir sin ella.
Lo lamento, tengo que irme -verla llorar y sufrir me rompía el corazón. La abracé fuertemente. Te amo. Nunca te olvidaré. entonces la besé.
Fue un beso de despedida. El último. Me sentía tan mal... Pero tenía que ser fuerte, al menos hasta que se fuera. Ser fuerte por ella. Luego me derrumbaría.
Esos últimos segundos fueron de lo más dolorosos.
Te prometo que nos volveremos a ver. Te amo, no me olvides...
Eso fue lo último que le dije antes de que se fuera. Verla partir fue lo más duro que me pasó en la vida. Se iba, lejos. Miles de kilómetros de distancia, y yo me quedaba, solo, para siempre.



No podía dormir, casi no comía. Simplemente no tenía apetito. No hablaba... ¿Para qué? Pero no podía dejar de llorar. Llevaba encerrada en mi nuevo cuarto tres días, practicamente no salía, excepto para las cosas indispensables. Pero el resto del tiempo la pase en mi habitación. No tenía ganas de salir en absoluto. ¿Qué iba a hacer el resto de mi vida sin él? NADA. Y ya había comenzado.
En ese momento estaba tirada en mi cama, boca abajo, llorando, como venía haciendo hacía un tiempo. Entonces escucho un sonido en la ventana del valcón. No le di mucha importancia. Pero luego volví a escuchar otro más fuerte. Debería haber ido a fijarme qué era lo que lo producía, pero no tenía ganas. Que pasara lo que pasara desde ese momento, nada podría empeorar en mi vida. Así que me dio igual. Luego siento que se abre la ventana.
A esta altura mentiría si dijera que no estaba asustada. Pero opté por quedarme quieta, inmóvil, como estaba hacía ya un gran rato. De todos modos, no podía moverme del miedo que sentía. Era una fraude, no podía hacerme la valiente, esa era la verdad.

Oí unos pasos, muy lentos. Se acercaban a mi. De acuerdo, me estaba muriendo. Eran las ocho de la noche y estaba todo muy oscuro, peor. Agucé el oído y vuelvo a escuchar pasos, cada vez más cerca mío. Pararon, y se olle un sollozo muy profundo. Eso me paralizó. Mi corazón se congeló en el segundo en que oí aquello. Luego comenzó a latir rápidamente, tanto que sentía el pitido en mis oídos. ¿Por qué lloraba? Aún no sé la razon, pero tuve la seguridad, en el fondo de mi, de que nada iba a sucederme. Que debía voltearme hacia esa persona y que iba a estar bien. Era una necesidad, algo que tiraba de mi. Y así lo hice.
La luz que se filtraba por la ventana bastó para iluminar el cuerpo en la oscuridad lo suficiente para reconocerla y hacerme la persona más feliz del mundo. Al instante, jadeé por la sorpresa y alegría, pero al mismo tiempo se mezcló con otro sollozo, esta vez de mi parte. Salté enseguida a sus brazos.
Viniste... me había puesto a llorar nuevamente, pero ésta vez de emoción. Él me sujetó bien fuertemente en sus brazos. Así me sentía a salvo, luego de tanto, protegida como nadie.
Claro que si... Shh, no llores más. Ya estoy aquí, contigo.me decía intentando calmarme, cosa que no lograba. Y él tampoco, ya que también lloraba.
No lo puedo creer. dije entre lágrimas, aún sin separarnos un sólo centímetro.
Te lo prometí, te dije que volveríamos a estar juntos. Y ahora nada ni nadie nos va a separar.
Te amo. le dije por toda respuesta.
Él tomó mi cara entre sus manos y luego de repetirme te amo, juntó nuestros labios, que tanto se habían añorado, esos que al rozarse produjeron una descarga eléctrica mutua, por el amor que nosotros nos teníamos. Porque fuimos marcados por el destino para estar juntos siempre, sin importar nada, luchando contra toda distancia, ya que estando unidos por el amor, nada nos pudo separar ni lo hará jamás.