sábado, 14 de febrero de 2009




El pensar en él llena toda mi vida. Si el mundo desapareciera y él se salvara, yo seguiría viviendo, pero si desapareciera él y lo demás continuara igual, yo no podría vivir. Mi amor hacia él es como son las rocas del fondo de la tierra, que permanecen eternamente iguales sin cambiar jamás. Es
un afecto del que no puedo prescindir. ¡Yo soy él! Le tengo constantemente en mi pensamiento. No se puede hablar de separarnos porque eso es irrealizable.

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