domingo, 22 de noviembre de 2009

No. No. No. Basta, no puedo más.

¿Por qué justo en el peor momento las cosas se tienen que complicar el triple? Pero qué digo, no se compara en lo más mínimo lo que sufrí alguna vez con el dolor de ahora. Y de verdad que no exagero, de verdad que estoy intentando que esto no me afecte tanto, pero es imposible. Porque si fuera sólo mi tristeza, ¿qué importa? Ya lo superaré. Pero no, se tiene que involucrar toda la gente que más quiero. No lo soporto, me siento impotente. Y lo peor es que no puedo hacer nada más de lo que estoy haciendo, o sea, resistir. Y es demasiado. Resistir, ser fuerte, eso es demasiado viendo como a tu alrededor todo se destruye. Ya sintiéndome vacía antes, ahora me tienen que cortar en pedazos. Estoy rota, no sé si podré volver a a la normalidad completamente. Si quiero ser madura, sufro muchísimo, sin lograr hacer algún bien. Pero si quiero ser egoísta... Ahí estaría arruinándolo todo aún más. No soy hipócrita, sé que esto sucede muy a menudo, que tal vez suene exagerado, pero quiero que sepan que todo cambia cuando se involucran los sentimientos de las personas que se quiere. Pensé que nunca me iba a pasar, y si alguna vez lo había hecho, lo imaginaba como algo demasiado lejano... Pero no se parece en nada a lo que yo creía; es mucho más duro. En este momento me encuentro en el comienzo de este gran conflicto, y ya no lo soporto. Todavía queda mucho más. Por favor, alguien más inteligente que yo se hubiera mudado a otro continente hace ya varias semanas dejando todo atrás. Pero no puedo ni siquiera pensarlo, tengo demasiada compasión. Espero, de todo corazón, no terminar loca. Sólo eso. Ni siquiera me detengo a desear que "todo termine bien". Aunque eso no vendría nada mal. Nunca creí que iba a decir algo así, y me duele tanto, pero ultimamente no le encuentro un sentido a mi vida. Me siento perdida, con todos mis propósitos y metas arruinadas, sin una razón para creer, para esforzarme, para reír, para vivir. ¿Dónde está? ¿Adónde se ha ido la razón de mi vida? Esa chispa que se mantenía encendida en mi interior y no se apagaba por nada, ¿ya se fue? ¿Tan poco duró? Me desespera, como un sentimiento de asfixia. No sé dónde estoy, ni para qué estoy acá. Pero tengo que seguir cueste lo que cueste. Nunca fui tan pesimista, ni lo soy ahora, pero esto no da para algo mejor. Tal ve algún día todo se recomponga y entonces pueda volver a luchar con tdas mis fuerzas para ser feliz. Es lo que más deseo.
Cómo me gustaría dormirme ahora mismo y despertar cuando esto haya acabado...

No hay comentarios:

Publicar un comentario